Cuando miramos el cielo por la noche, contemplamos literalmente el pasado. No vemos el cielo como es ahora, sino como se veia años atras, desde unos pocos años a un millon, pues ese es el tiempo que tarda la luz de las estrellas mas cercanas en alcanzar la Tierra. Algo muy parecido nos ocurre con las personas cuando interactuamos con ellas pensamos en la imagen que hemos interiorizado de ellos con sus actos pasados, los vemos como eran, asi mismo sucede con nosotros mismos nos evaluamos por los comportamientos que hemos realizado en el pasado y nos catalogamos y etiquetamos erroneamente.
Se experimenta una maravillosa libertdas al saber que la persona que eramos ayer no define de forma absoluta a la que somos ahora. No tenemos que atarnos al pasado.
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